
Barrio Cuba, segunda entrega de la trilogía del pueblo que el cineasta cubano Humberto Solás comenzara hace seis años con “Miel para Oshún”, se trata de una coproducción hispano-cubana hecha con escasos recursos materiales (DVC Pro 50 PAL) que vienen de sobra compensados por un trabajo cimentado en la honestidad de lo personal, y edificado entorno a un acertado aunque a veces extremo e inconexo guión, cuyo mayor éxito sea quizás su impactante realismo.
Un excepcional ramillete de actrices y actores cubanos de gran talento, que nos recuperan a un afortunado Jorge Perugorría y encabezados por una convincente Luisa María Jiménez junto a la musa del director Adela Legrá dan vida a 3 líneas argumentales paralelas que sobre todo subrayan la universalidad de los sentimientos y anhelos humanos más allá de culturas o cualquier vicisitud impuesta por la coyuntura.